Este es sin duda el año de las texturas. Seguirán vigentes las combinaciones entre los hilados artesanales y las fibras acrílicas. Las cintas de fantasía calada o en seda también son algunas de las favoritas de los grandes diseñadores de todo el mundo. Los algodones, angoras y la pura lana también ocupan un lugar de privilegio pero, sin duda, los preferidos serán los hilados con pelo. El mix de técnicas se verá mucho y los botones de metal o madera recuperan su protagonismo. En cuanto a los colores, el negro puro o combinado con blanco, los grises y los morados serán los favoritos pero también se ven los verdes y por supuesto los clásicos marrones y beiges.
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